miércoles, 3 de octubre de 2012

Agradecimiento

Es normal y es esperado que agradezcamos en nuestra vida a quienes nos han influido, enseñado, querido. Vemos en las largas listas de agradecimiento a los padres, hermanos, parejas, hijos, amigos, maestros, el perro, el gato, el perico, el del minibús, el portero del edificio...
Agradecemos a quienes nos dan la mano y su sonrisa, agradecemos a aquellos que nos dejan una huella en algún momento de nuestra vida. Agradecemos al que nos acompaña, al que nos hace reír, al que nos ayuda a levantarnos...
Estamos acostumbrados a agradecer a quienes han sido y son buenos con nosotros. Eso es fácil y es lo que los demás esperan de ti.
Pero esta vez no voy a agradecer a quienes me quieren y desean mi bien.
Hoy quiero agradecer a todos aquellos que me rechazaron, a los que me critican, a quienes por una u otra razón nada más no me aceptan, a aquellos que se burlaron, a aquellos que me envidian, a aquellos que me desean una y otra vez que me vaya mal, a aquellos que se cuestionan mi vida, a aquellos que se molestan por lo que tengo, a aquellos que me voltean la cara, a aquellos que no me saludan, a aquellos que me hacen gestos cuando hablo, a aquellos que les dicen a mi hija que estoy loca que soy superflua que soy de lo peor...
Si. Hoy agradezco a todos ellos por las palabras, gestos y acciones que han tenido para conmigo desde la infancia hasta el día de hoy. A quienes aún lo siguen haciendo quizá por diversión...
Agradezco sus no puedes, porque me esforzaba más
Agradezco sus burlas a mi físico porque decidí cuidarlo tremendamente
Agradezco que me digan loca, porque no dejo de ser original
Agradezco que cuestionen mi vida, porque valoro y bendigo cada persona que forma parte esencial de la misma
Agradezco que no me acepten porque encuentro personas maravillosas que me reciben con los brazos abiertos
Agradezco que no me saluden, porque mis abrazos son repartidos en la gente que quiero
Agradezco que me critiquen, porque gracias a eso, me doy cuenta de mus virtudes, de mi potencial
Agradezco a quién me traicionó porque me valoré más, mis ideas, mis proyectos, mis creencias, mis habilidades
Agradezco de corazón todo lo malo que en algún momento recibí por la simple razón, de que eso me hizo más fuerte, más confiada en mi, más luchona, más segura.
Pero también me hizo abrir los ojos, enfocarme en las cosas realmente importantes. Me hizo valorar días, horas, segundos, instantes.
Me hizo madurar, aceptar a los demás, me hicieron más fácil el poder ponerme en los zapatos del otro.
Me ayudaron a quitarme de prejuicios, de tontos tabúes, de falsas percepciones, de miedos.
Agradezco de corazón sus ganas de molestarme, de incomodarme o de plano de ofenderme.
Agradezco el tiempo que le han dedicado, no sé si ha sido planeado o todo salía de improviso, pero gracias por ser tomada en cuenta en pláticas, en ejemplos, en su vida.
Cada palabra suya, gesto, grosería son para mi un indicador de que voy bien, de que me hago notar.
Gracias por ayudarme en  cierta medida a ser lo que soy hoy. A tener la fortaleza, el ánimo, la alegría, las ganas que tengo. Sé que si sólo hubiera tenido solo cosas buenas en mi vida, las cosas sería muy diferentes.
Así que agradezco a Dios por ponerme a esas personas en mi camino, sé que hay gente que pide porque desaparezcan de sus vidas, pero seamos honestos y veamos el lado positivo de las cosas, si uno fuera ignorado, significaría que no vale uno ni una simple mirada... Pero si se dedican a ti, y le buscan por todos los aspectos de tu vida para ver por donde pegarte, significa que eres importante para ellos, que vales la pena; que lo que haces, dices, tienes es maravilloso; que vas dejando huella.
No te ofendas, no te sientas, no te humilles, que no te duela....
Yo agradezco su existencia, los dejo que sigan, porque sé que mientras hablen, yo estoy avanzado, creciendo, creando, disfrutando, sigo viviendo!!!!