lunes, 24 de octubre de 2016

Un Aniversario más

Este fin de semana fue de celebración en familia.
Festejamos un año más de vida en pareja, de vida familiar, de vida en común.
Ya un camino largo recorrido, que no es una simple acumulación de calendarios o de días, o de horas...
Es un álbum de vida. De la vida de Migue de la mía, de la vida de cada uno de nuestros hijos. Así. En lo individual y en familia.
Porque cada uno ha ido hilando a lo largo de estos años nuestra historia.
Nos es un acumulado de fotos publicadas o guardadas en una memoria o en un álbum, o en una caja. Es un acumulado de recuerdos, de anécdotas; sazonados con risas, con lágrimas, con lecciones.
Trazada por kilómetros recorridos a lo largo de nuestra vida en nuestros viajes de pareja, con los hijos, con la familia, con amigos.
Es más que un número, es más que dos dígitos.
Su significado va más allá de Aniversario o de Familia.
Lo que es, es al final lo que somos. Por separado y en conjunto.
Somos una familia, un equipo, una tribu. Un puñado de orates que disfrutan su locura y la gozan más estando reunidos. Dándonos cuerda a cada instante.
No importa si es tirados en la cama viendo lo que se nos antoje en la tele. O alrededor de una mesa con la baraja, con el adigma o cualquier juego que nos haga pasar el rato y darnos cuenta de golpe que ya es de madrugada... y quedaron en el tintero bromas, burlas, risas.... O si es en algún pueblo o ciudad, caminando, subiendo, bajando. Visitando museos, sitios arqueológicos, parques, iglesias, mercados...
No nos define el apellido... nosotros lo definimos, lo creamos, le dimos un nuevo sentido, un nuevo significado. Y no es sólo para identificarnos del resto o reconocernos como familia. No. Nos da una identidad única. MARQUIÑONES. Así como no hay algo así, sabemos que no hay nada como nosotros.
Por eso, cada 21 de octubre no celebramos un aniversario de bodas más. Celebramos la vida, la decisión diaria de cumplir con nuestra palabra frente al altar. Celebramos la unión, los hijos. Celebramos nuestro camino y nuestros logros. Celebramos los fracasos porque nos han dado enseñanzas.
Es fácil decir "cumplo X años de casado" pero no es fácil decir que esos años han valido la pena.
Que volvería a casarme  con Migue, que seguiría el mismo camino. Puesto que es lo que nos ha hecho lo que hoy somos.
Este caminar no se nos presentó sencillo.
Hemos enfrentado retos a lo largo de nuestra historia.
Hemos crecido juntos como personas. Hemos madurado.
Hemos aprendido a ser mejores para el otro, sin esperar que el otro sea mejor para mí.
Un año más de compartir mi vida con un hombre simplemente brillante y maravilloso.
Un hombre que igual me acepta con mis locuras, que con mis enojos, mis tristezas, alegrías, desafíos, desencantos.
Un hombre que me da la mano para que le acompañe, el oído para que le aconseje y el hombro para que sueñe.
Un hombre que me complementa, que me impulsa y me quiere simplemente tal cual soy.
Un aniversario más de agradecer lo afortunada que soy por mis hijos. Por la familia que hemos conformado.
Y sí. Un año más que celebramos como lo hacemos con las cosas que Dios nos pone en nuestro camino, buena o mala: JUNTOS, UNIDOS.
Aunque cansados, desvelados, molidos y demás... este fin de semana se une a los recuerdos familiares. No voy a decir uno más, porque todos son igual de bellos y valiosos y en su conjunto nos dan un tesoro inigualable.
No diré que vamos por otro año juntos: vamos por más vivencias, por más momentos, por más risas. Por el día a día, por ese entretejer una gran historia con anécdotas, con pedacitos de cada uno y a la vez con la unidad de los cinco.
Gracias Migue, Rosy, Luisa Miguel. Gracias vida. Gracias Dios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario